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sábado, 25 de agosto de 2018

DALÍ y el psicoanálisis

Es sabido que a partir de 1895, con los Estudios sobre la histeria y luego con los Tres ensayos de teoría sexual (1905) los puntos de vista de Freud sobre la sexualidad fueron conformando una teoría de cimientos tan sólidos, que, admitida o controvertida no pudo ser ya ignorada o dejada de lado por ninguna disciplina abocada al estudio del hombre 

De otra parte, nadie que conozca así sea sólo superficialmente el surrealismo, puede negar que el elemento erótico-sexual aparece en todas sus manifestaciones comLos intereses de Breton por la psicología eran de antigua data, pues se remontaban a sus estudios de medicina, iniciados en 1913, e interrumpidos cuando fue movilizado durante la guerra para trabajar en el servicio de salud del hospital neurológico de Nantes Allí conoció a Jacques Vaché y a Theodore Fraenkel, que se ejercitaban como psiquiatras y que participaron después en actividades dadaístas Fue probablemente en estos momentos (1915-1916) cuando se realizó el primer contacto efectivo de los futuros surrealistas con las teorías freudianas, ya que al año siguiente Breton asegura haber llevado a cabo terapias psicológicas en el centro psiquiátrico de Santi-Denis valiéndose de la interpretación onírica y de la asociación libre Sin embargo el único trabajo serio de divulgación psicoanalítica que por entonces se manejaba en Francia era Psicoanálisis de la neurosis y de la psicosis, de Hernand y Regis, aparecido en 1914, pues hasta 1921, vio la luz en Ginebra la traducción francesa hecha por Ives de Lay de las Conferencias sobre Psicoanálisis cuya primera edición en alemán, en tres tomos, vio la luz en Leipzig y Viena durante los años de 1916 y 1917
Además de La interpretación de los sueños, el trabajo de Freud que realmente tuvo importancia entre los surrealistas como texto crítico y como inspiración directa fue El Delirio y los sueños en la Gradiva de jensen (1907) La traducción francesa de este escrito apareció hasta 1931 Para entonces Breton y los surrealistas prácticamente habían devorado toda la literatura freudiana que caía en sus manos Masson y Dalí revivieron el tema de Gradiva en sendas pinturas y René Alleau escribió un célebre texto titulado “Gradiva rediviva” Gradiva fue también el nombre de una galería de arte inaugurada por Breton en 1937 y la celebridad del personaje configurado pro Jensen, pero resucitado y analizado por Freud, continúa hasta mucho después de la extinción bretoniana del movimiento Tan es así que en 1971 un periódico surrealista lanzó su primer número en Bruselas con el nombre de Gradiva En fecha mucho más reciente (1983), apareció un libro con varios ensayos que lleva por título Formations of Pleasure Uno de ellos, estructurado en base a fotografías con poemas que se les relacionan, se denomina Gradiva y va prolongado con una referencia al estudio de Freud Hay profundas analogías entre este personaje femenino, cuyo ser es inicialmente un objeto inanimado (un relieve funerario) y la descripción que Breton hace de Nadja o de las mujeres que aparecen en Los vasos comunicantes y El amor loco A su vez, Anna O, Dora, Mis Lucy y Elizabeth von R (para citar unas cuantas protagonistas de los más célebres caso clínicos de Freud), acusan características y modos de proceder más “surreales” que los que propone cualquier programa bretoniano
De la misma manera que las teorías sobre el inconsciente tuvieron influencia directa en el surrealismo y en otros movimientos artísticos del siglo XX, así también generaron un acercamiento nuevo a la ciencias del lenguaje y su aplicación a problemas de arte y literatura conforma una rama importante de la crítica, hecho que desde 1921, advirtió claramente Edouard Claparéde en su introducción a la versión francesa de las obras escogidas de Freud a la que hice referencia líneas atrás Dice Claparéde: “Freud se torna en el padre de una crítica artística y literaria de género innovador que llega a mayores profundidades en el análisis de las obras del que hasta ahora se ha visto El mérito de esta nueva modalidad crítica consiste en ser esencialmente comprensiva Lo bizarro, lo inédito, toma un sentido a sus ojos”
Para 1921, aparte de la Gradiva, Freud había escrito varios textos con temas relacionados con el arte, la literatura y la creatividad Ya en sus cartas a Fliess hay un análisis completo sobre un cuento de Conrad Ferdinand Mayer y otro sobre un personaje de Ibsen Pero estos ejemplos no estaban destinados a la publicación, aunque hace más de treinta años que son de sobra conocidos El primer análisis psicoanalítico-literario incluido en uno de sus libros corresponde a su conocida interpretación de Hamlet, en la que devela el viejo misterio resolviendo la tragedia en una variante de la situación edípica
A esto siguió un breve trabajo escrito en 1906 pero publicado póstumamente que trata sobre los caracteres psicopáticos en la escena Poco después de publicar la Gradiva dedicó un artículo al estudio del temperamento artístico y el proceso creativo: El creador literario y el fantaseo (1908) A esto siguió uno de los dos estudios que dedicó específicamente a un artista plástico Me refiero a su célebre y polémico libro sobre Un recuerdo infantil de Leonardo de 1910, que es en realidad una biografía patográfica El segundo trata sobre el Moisés de Miguel Angel y apareció —sorpresivamente en forma anónima— el mismo año que estalló la Primera Guerra Mundial
Un año antes había dado a la luz su hermosa interpretación sobre la pregunta que el Rey Lear hace a sus tres hijas Este trabajo, que por sí solo le valdría a Freud renombre como hombre de pluma, constituye quizá una de sus más completas incursiones entre las que hizo acerca de los caracteres shakespereanos y llevo por título El enigma de los tres cofres El análisis sobre un recuerdo infantil de Goethe en Poesía y verdad (1917) trata sólo indirectamente la cuestión literaria y artística, a pesar de que Goethe es quizá el escritor más citado en la totalidad del corpus freudiano En 1919 publicó el penetrante análisis sobre un relato de ETA Hoffman tomado de El elíxir del diablo; se trata de Lo siniestro (1919) Su último aporte referido específicamente a la psicología de la literatura es Dostoiewsky y el parricido, de 1928 La enumeración que he hecho es incompleta, sobre todo si se toma en cuenta que Freud ejemplificó muchos de sus puntos teóricos mediante analogías y referencias literarias, artísticas, arqueológicas e históricas
Por su parte André Breton había venido recogiendo, posiblemente desde 1916, varias de las nociones propuestas por Freud en La interpretación de los sueños y las utilizó en diversos momentos de su labor tanto poética como teórica Por ejemplo, en Los vasos comunicantes aplica un método similar al psicoanalítico al estado de ensoñación diurna empleando los términos freudianos de condensación, desplazamiento y sustitución Por cierto que la aplicación de este método para analizar situaciones en estados de vigilia (pero de vigilia especial) había sido muy propiciado por Carl Gustav Jung y desde luego que también por Hermann Rorschach, el autor del psicodiagnóstico a base de manchas, que murió prematuramente a los 38 años, en 1922 Para Breton tal técnica no constituye un recurso surrealista de eliminar barreras que separen los dos dominios, el de la vigilia y el sueño Antes, bien, se vincula con la “atención flotante” que Freud requería de sí mismo y de sus analizandos para hacer aflorar contenidos reprimidos a partir de la asociación en cadena con las imágenes oníricas o con las fantasías diurnas Además Freud en su Psicopatología de la vida cotidiana había mostrado desde 1901 la manera en que nuestra vida despierta se encuentra sujeta a continuas incursiones de contenidos que —disfrazados— acusan su proveniencia de fuentes inconscientes Breton y los demás surrealistas prestaron asimismo profunda atención al proceder errático y como bien se sabe lo propiciaron en la medida en que constituía un acercamiento a la conquista de lo irracional
Quizá sea este el momento oportuno para recordar que el artista ha estado explorando el inconsciente (aunque no de manera propositiva) por un tiempo considerablemente mayor que el hombre de ciencia Las bases para una teoría del inconsciente pueden rastrearse en la literatura y en los escritos de los artistas desde el siglo XVIII En buena medida esta inquietud se corresponde con el eclipse y la reacción contra el cartesianismo que por casi dos siglos equiparó la conciencia con el yo En estas experiencias imaginativas del poeta y del pintor se basaron Schopenhauer, von Hartmann y Nietzsche para elaborar sus puntos de vista sobre el papel que desempeña lo que hoy llamamos psicología profunda en las actividades creativas, algo similar a lo que puede encontrarse manifestado con toda claridad a través de los diarios de Delacroix, que el pintor inició en 1822
Hacia el final de su vida Freud llegó a reconocer que los surrealistas no eran “chiflados incurables” como él los había considerado Esto ocurrió poco antes de su muerte, ya exiliado en Londres, en el curso de una visita que le hizo Salvador Dalí, cuyas obras conocía y admiraba Su cambio de opinión quedó recogido en una carta que escribió a Stefan Zweig
“Tengo auténticas razones para darle las gracias por la carta de presentación que me trajo a los visitantes de ayer, pues hasta ahora me sentía inclinado a considerar a los surrealistas, que al parecer me han acogido por su santo patrón, como chiflados incurables (digamos que en un 95 por ciento, como el alcohol) El joven español (Salvador Dalí) sin embargo, con sus ojos cándidos y fanáticos y su indudable maestría técnica, me ha hecho reconsiderar mi opinión En realidad sería muy interesante investigar analíticamente cómo ha llegado a ser compuesto un cuadro así Desde el punto de vista crítico, podría seguirse manteniendo aún que el concepto de arte desafía toda dilatación mientras la proporción cuantitativa de material inconsciente y de elaboración preconsciente no permanezca dentro de límites definidos Mas sea como fuere, estos puntos constituyen graves problemas psicológicos”
Lo que cuenta Salvador Dalí respecto a su entrevista con Freud debe ser entendido desde el nivel de su discurso en el momento de rememorar la experiencia por escrito y no necesariamente atendiendo al contexto real en el que se desenvolvió ésta El relato se encuentra en La vida secreta de Salvador Dalí Allí viene asimismo reproducido uno de los dibujos que le hizo a Freud, si no precisamente el que realizó del natural aquella tarde, quizá otro que elaboró poco después Dalí cuenta que viajó en tres ocasiones a Viena con el propósito infructuoso de ver a Freud, quien se negó a recibirlo El año de 1938, encontrándose en un restaurante parisino cenando un plato de caracoles, le fue presentado un periódico que contenía el retrato de Freud con la noticia de su exilio en Londres Al verlo manifestó que en ese instante había descubierto el secreto morfológico de Freud: “Su cráneo es un caracol, su cerebro es una espiral Este descubrimiento influyó en el retrato que después le hice”
Contrariamente a las esperanzas de Dalí, Freud, atacado ya muy severamente por el cáncer en la mandíbula, no habló casi nada durante la entrevista, pero ambos se devoraron con los ojos Dalí quería mostrarle un artículo “científico” que había publicado sobre la paranoia y hacía denodados esfuerzos para que Freud atendiera a su indicación, pero éste continuaba mirándolo con fijeza, como si todo su ser estuviera puesto en esa mirada, y no hizo el menor caso a la revista que Dalí le señalaba Su imperturbable indiferencia sólo se interrupió para decir lo siguiente: “Nunca he visto ejemplo más completo de un español: ¡qué fantástico!”
Por cierto, desde su juventud Freud se había sentido atraído por España, país al que nunca viajó Con objeto de leer El Quijote en su versión original, aprendió español y fundó junto con un amigo suyo: Eduard Silberstein —también estudiante de medicina— una “Academia Castellana”, que no contaba con más miembros que ellos dos, pero que en cambio se significó por poseer un hermoso sello de cierto carácter ocultista conformado por el monograma AC y una corona El Quijote junto con Hamlet, fueron para Freud pináculos en la historia de la literatura Es muy posible que el anciano que conservó intacta su lucidez hasta tres días antes de su muerte, la visita de Dalí le haya traído a la memoria el sabor que otrora lo conminó a aprender la lengua española y que los protagonistas cervantinos que encontraron cabida más de una vez en sus obras*, hubiesen cobrado nueva realidad en los momentos transcurridos con Dalí, algunas de cuyas pinturas había podido conocer antes de aquella tarde de 1938 Por lo que respecta a Dalí es posible afirmar que su aportación cabalmente freudiana se encuentra en las secuencias oníricas que concibió para algunas películas Señaladamente para El perro andaluz (1929), de Luis Buñuel y para Cuéntame tu vida, de Alfred Hitchkok El cine psicoanalítico, que en sus inicios aparece vinculado con el expresionismo, había dado ya para entonces su primer fruto Se trata del film Secretos de un alma, de Georg Wilhelm Pabst, que fue asesorado por dos de los más cercanos discípulos de Freud, uno de ellos Hanns Sachs
Si he hecho estas breves referencias a la cinematografía se debe a que pienso que en ningún otro campo de las artes visuales es posible apreciar de manera tan clara la confluencia entre surrealismo y psicoanálisis Baste recordar al ya mencionado Luis Buñuel, a Carlos Saura y a Fernando Arrabal Pero ese sería tema de otro artículo que ojalá alguien versado en cuestiones cinematográficas escribiera uno de estos días
* De la tesis que la autora prepara sobre las ideas estéticas de Freudo instancia no únicamente liberadora, sino también subversiva, triunfo del principio de realidad; 
BIBLIOGRAFIA DE REFERENCIA

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